LA MÀGIA... DEL TEATRE.

Hoy ha sido uno de esos días en los que me siento tan pequeño... Aunque al mismo tiempo me siento completamente feliz. Pequeño porque mis proyectos en el campo del teatro son modestos en comparación con lo que he podido ver esta tarde. Feliz porque he asistido a un gran espectáculo lleno de magia, de humor, de música, de luz, de alegría, de pasión, de dulzura, de ironía, de tristeza, de originalidad...

Ya sabéis que soy un amante entregado del teatro, un veneno que se me intridujo en las venas cuando era pequeñito y que me tiene infectado y enamorado. Adoro ver teatro, adoro hacer teatro, pero lo que más me gusta es pensar teatro, crear teatro... Y ahora mismo estoy embarcado en un proyecto europeo que tiene como finalidad fundamental hacer una obra de teatro. Y eso me hace sentir vivo.

Pero no he venido aquí a hablar de mi proyecto. No. Hoy he venido a hablar de la obra de teatro que he visto esta tarde y en la que una de mis mas queridas exalumnas (Marta Sanchis) era una de las protagonistas y en la que ha hecho un auténtico papelón. También estaban implicados Juanjo y Jose y la verdad, me he sentido muy orgulloso de su trabajo y de haber colaborado, aunque sea en una milésima parte a su formación. Porque los tres, junto con sus compañeros del colegio del Pilar, han hecho hoy una obra titulada Hamlet sencillamente espectacular. Una combinación de generos teatrales pero dominados por el humor. Donde ha cabido la ternura, la chispa, el humor gamberro, los problemas de pareja y otras tantas cosas, pero con lo que me quedo, lo que siempre he admirado del director y creador de la obra, Jose Milián, es por el amor al teatro que desprende de todos los poros de su piel y por las demostraciones públicas que hace de ese amor. José tío, eres un crack, un ejemplo a seguir para este humilde profesorcillo de Teatro que aspira algún día a adquirir, aunque sea minimamente las destrezas y dominio escénico que has demostrado con este espectáculo.

El año que viene si Dios quiere y Fer me guarda una entrada como hoy, volveré allí sin duda y con gran expectación. Con ganas de seguir aprendiendo de ti y de tus chicos.

Gracias a todos por haberme hecho feliz durante dos maravillosas horas. Y gracias a Marta por hacerme sentir orgulloso. No sabes lo que me llena de felicidad verte disfrutar y sonreir. Verte actuar. Siempre te he dicho que tú vales mucho pequeña y me alegro un montón de que me hicieras caso y te pidieras Pilar Teatre.

Por cierto... ¡Quér envidia de teatro y de instalaciones!

PD- Fer, no es mi intención hacerle sombra a tu crónica. Ni querría, ni sabría, pero el subidón me empuja al teclado... Un abrazo y gracias por la entrada.