Hoy publicamos el relato
GANADORA ABSOLUTA
DE LA CATEGORÍA B
(RELATOS DEL PROYECTO THE WALL SOBRE LA GUERRA FRÍA)
PATRICIA TÉLLEZ
de 4t d'ESO B
COSAS DE NIÑOS
Harry |
Harry tiene ocho años y es un niño travieso de segundo de primaria, repetidor y sin intención de estudiar; le encanta jugar. Joseph tiene ocho años también y es otro gamberrillo de segundo; más de lo mismo.
Todo comenzó un recreo de mayo. Si no recuerdo mal el día cuatro. Hacía calor y los pequeños de segundo se disponían a jugar. En la clase había dos grupos claramente diferenciados. Por una parte, Harry y sus amigos, que querían jugar a futbol; por otra, Joseph y los suyos, a los que no les gustaba nada el fútbol y preferían jugar a baloncesto.
Tan solo había un campo y desde hacía unos meses se había pactado, entre ambos grupos, el uso que iban a hacer del único campo del que disponían en el recreo. Los acuerdos a los que llegaron eran sencillos, o al menos lo parecían, y era que cada semana se jugaría a un deporte, de manera que todos pudieran disfrutar, más o menos, del deporte que a ellos realmente les gustaba.
Joseph |
Bien, como he dicho antes este acuerdo parecía sencillo, mas no pasaron ni tres semanas cuando la “guerra” entre ambos grupos comenzó. Estaba claro que iba a haber disconformidades al poco tiempo de este pacto. Como vieron que esto no iba bien decidieron suprimir cualquier tipo de deporte que causase alguna pelea, por pequeña que fuera. Desde ese momento, tanto los niños de un grupo como los del otro dedicaron los ratos de patio a jugar con sus juguetes. Harry, por su parte, comenzó a traer durante repetidos días uno de sus juguetes preferidos que le había regalado su abuelo, su vieja peonza. Días después el pequeño Joseph, quien sabe si intencionadamente, se trajo la misma peonza, algo que a Harry no le hizo mucha gracia y que poco después no causaba más que disputas.
Los demás niños contemplaban día tras día las amenazas entre ambos, pero no intervenían por el miedo a que pudieran actuar en su contra. Digamos que estaban con ellos un poco por conveniencia, para, al fin y al cabo, no salir ellos perjudicados. Además, tanto Harry como Joseph tenían algo que los demás no tenían, y era algo tan simple como la edad, lo que provocaba una sensación de respeto tremenda entre los “pequeños” del curso y por tanto podrían actuar si algo de lo que hacían los demás no les gustaba.
Pero bueno, todos los días lo mismo. Por una parte, Harry y Joseph en continua pelea por ver quién era mejor de los dos; por otra, los niños más pequeños sin saber qué hacer ante esto.
Pasaron semanas y esta “lucha” continuaba. Era tal la rabia que se tenían entre ellos que decidieron separar el patio en dos, distanciando así a los demás niños de sus amigos. Pero claro, estos no podían hacer nada. ¿Acaso querían también ellos intervenir en este conflicto? ¿Qué podría pasar?
Joseph Stalin y Harry Truman |
Los niños crecían y esa especie de muro que separaba ambas partes del campo no parecía que fuese a caerse nunca. Con el tiempo las amenazas fueron mayores y los juguetes ya no eran los causantes de estas discusiones. Ahora cada uno quería ser dueño del patio, liderar sobre el resto. Ambos niños, tanto Harry como Joseph tenían la fuerza suficiente como para enfrentarse al otro, mas no lo hacían por lo que pudiera venir después. Ya que un solo golpe podría desatar una de las peleas más peligrosas que jamás se hubiera vivido en el colegio.
¡Qué curioso! ¿No os recuerda esto a los diferentes conflictos que se ocasionaron en la guerra fría por el simple hecho de constantes amenazas entre la URSS y EEUU?
Bien, aquí podemos ver claramente como, de no ser por muchas amenazas a las que hemos estado y estamos sometidos en nuestro día a día, no actuaríamos de la manera de la que actuamos, es decir, en el caso de EEUU y la URSS no hubieran estado en constante pelea a causa de la posesión de armas nucleares, de "me la tiras te la tiro". Nada hubiera sido lo mismo, ni hubiéramos estado en peligro en muchas ocasiones.
En el caso de los niños, Harry y Joseph, no se hacía uso de armas nucleares, ni mucho menos, sino que a medida que crecían iban teniendo más fuerza, lo que suponía una mayor preparación por si se diera una pelea que llegase a las manos. Puede que parezca una tontería pero en muchas ocasiones surgen grandes problemas de cosas insignificantes. En el caso de los niños, problemas en el recreo, que llega a separar el patio en dos; en el caso de EEUU y la URSS, problemas respecto de las amenazas, disputas que llegaron a separar a Berlín en dos… ¿se parece no?
Muro de Berlín |
Con esto quiero llegar a la conclusión de que por ambas partes, tanto la de los niños como las dos grandes potencias, han podido llegar en muchas ocasiones a problemas mayores, viniendo el primer conflicto por una tontería.
Al final el problema se solucionó con el paso de los años. Ambos se dieron cuenta de que esta disputa no podía durar para siempre. Por un momento se pararon a pensar, a observar en lo que el patio del colegio se había convertido. Decidieron entonces derribar la pequeña barrera que separaba ambos bandos, poniendo fin a estas “cosas de niños”
¿Quién me iba a decir que un simple juguete podría hacer tanto daño?
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